Como se dice...

Nunca es tarde si la dicha es buena.
Con ansia de actualizar el blog casi después de un mes, pero la verdad es que no he tenido tiempo, ni conexión y algunos días ni ganas.
Por Lorca no todo va volviendo a la normalidad porque eso es imposible, y quién esté aquí lo sabe, pero ya nos vamos acostumbrando a esta nueva rutina que nos está tocando vivir.
Todo y todos bien.
Tengo una entrada pendiente desde hace un mes, una ante todas.
La entrada en la que agradezco a todas las personas todo el apoyo, la acogida, el cariño y la presencia.
Desde el minuto -10 (aunque no se si serán las gracias o no) a Blas, porque ha sido la persona que ha estado en todo momenton conmigo, desde el primer terremoto entre integrales y artículos varios, hasta el día de hoy que aún salen beteados terremóticos entre tanta cosa.
A Isa y a su familia por acogerme en los dos primeros días sin ningún tipo de problema y con todas las facilidades de mundo, me sentí por esos dos días como si tuviera casa en la playa :). No se me va a olvidar nunca el momento de llegar y sentarme con sus abuelos y con "la Puri".
A Ana Ortega que indirectamente ha sido la que más me ha dado, sus padres me han acogido durante una semana 24 horas al día y me he sentido como si viviera con mis padres. Sin ellos no sé dónde habría estado esa primera semana tan dura y desconcertante.
A Isa Manchón que nos aguantamos aquellos primeros días de residencia cada una con sus brotes personales y conjuntos, y en general, a todas mis compañeras de la residencia,
A Carmen Mari (que mañana acaba la carrera!), Naiara y Salva por las llamadas y los mensajes porque aunque no podíamos vernos por mil historias, no hemos estado solos.
A todas las personas que por tuenti, por sms, por llamas al móvil, por correos, por cualquier medio de comunicación os pusisteis en contacto conmigo para saber cómo estaba.
Gracias por todo lo de esos días.
Y gracias por lo de éstos.
Ésto no se acaba, y aunque no salgamos en la tele y los políticos ya no hablen de nosotros, los lorquinos seguimos aquí, viendo cada día más puntales y más solares por las calles de Lorca.