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| Cada objeto, un recuerdo. |
Los recuerdos se guardan en recovecos de la mente, en rincones de las estanterías.
Ahí están esperando a que un día los mires, te acerques, le quites el polvo y eches una ojeada. Son el billete para un viaje en el tiempo.
A veces ese viaje está lleno de traqueteos...aunque bueno....sabes que en el pasado esos traqueteos eran turbulencias, pero gracias a la maravillosa mente, las cosas malas las reducimos a recuerdos un poquito desagradables.
Puede ser un peluche, un Mickey gigante, un pato de goma, un tapete de ganchillo....los objetos no necesitan ninguna característica importante para guardar millones de recuerdos...simplemente tienen que estar.
Tampoco tienen que ser objetos....una fecha, una llamada, una gota de lluvia en un lugar característico....cualquier cosa vale.
Algunos recuerdos merece la pena sacarlos, mirarlos, contemplarlos, disfrutarlos, revivirlos, emocionarse con ellos y no dejar nunca que se mueran...Sin embargo otros hay que echarlos bajo llave, y ya está.
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